Claves para obtener un equilibrio entre el amor y la disciplina

La educación se fundamenta en una relación, no en un procedimiento

 

 Los dos pilares que sostienen todo el edificio educativo son el amor y la disciplina:

El afecto manifiesto, traducido en tiempo de calidad para nuestros hijos, cuidado intenso del auto-concepto y autoestima junto con la formación de sistemas de creencias impulsoras.

La disciplina, que proporciona las estructuras necesarias para el éxito en la vida. Esta plataforma de lanzamiento propicia un carácter sólido, una vida libre de adicciones y de condicionamientos artificiales, capacidad para establecer relaciones saludables, desarrollo profesional en perspectiva.

Algunas claves a considerar

  • Para fortalecer la autoestima:
  1. Cada miembro de la familia es tratado con respeto (un hogar centrado en la gente).
  2. Valora la unicidad de tu hijo: no trates que haga todo para agradarte ni que “sea como los demás”.
  3. Manifiesta lo positivo que tiene.
  4. Conserva el buen humor: que el hogar sea un lugar divertido.
  5. Espera su realización: manifiesta lo positivo que tiene.
  6. Proporciona libertad con responsabilidad y confianza.
  7. Establece los límites protectores: aprende a decir “no” con firmeza y amabilidad.
  8. Escucha, escucha, escucha, y acepta lo que escuchas.
  9. Sé un ejemplo de los valores que quieras que aprenda.
  • Para impulsar la disciplina:
  1. Combina el afecto con la lógica.
  2. No interactúes con tu hijo cuando alguno de los dos esté en desequilibrio emocional.
  3. No asumas la responsabilidad que deben tener tus hijos.
  • Cuatro principios básicos para la aplicación de la educación con afecto y lógica:
  1. Comparte el control
  2. Comparte el pensamiento
  3. Equilibra las consecuencias con la empatía
  4. Mantén el auto-concepto saludable de tu hijo.
  • Para la gestión de las consecuencias:
  1. Los niños y adolescentes aprenden de sus errores cuando experimentan las consecuencias de sus errores y cuando los adulto intervienen con empatía.
  2. Gestiona la disciplina bajo tus condiciones.
  3. Establece la diferencia entre castigo y consecuencias.

Isauro Blanco