Hoy el desarrollo de una mentalidad creativa es una prioridad en la educación y no solo para los estudiantes sino también para los educadores. El avance de la tecnología, la conectividad de la sociedad y la innovación tecnológica sitúan al pensamiento creativo como un activo clave en la era digital.
Entonces, ¿cómo desarrollamos un enfoque más creativo para la resolución de problemas? Como diseñador y educador, he observado una serie de principios que pueden conducir a enfoques creativos para realizar las cosas.
Ya sea que te encuentres en el desarrollo de tu propio proceso de pensamiento creativo o quieras dotar a tus alumnos con este, el primer paso consiste en desmitificar la creencia de que ser creativo tiene que ver más con lo que haces que por tu forma de pensar. Los principios de este mito dicen que ser bueno en el arte, la música o la cocina es lo que hace a alguien «creativo» cuando en realidad estas profesiones son meras expresiones del proceso creativo. Debemos dedicar más tiempo para discutir con los estudiantes estas ideas con el fin de ayudarlos a superar un obstáculo, a veces más grande, para la creatividad: el desarrollar una mentalidad creativa.
Necesitamos tiempo y espacio para explorar
¿Cómo inventó Edison la bombilla? ¿Cómo crea Elon Musk sus cohetes? ¿Cómo ambientó la Sra. Smith, maestra de cuarto grado, un aula que hizo del aprendizaje algo contagioso? Ya sea en el intento de resolver un desafío comunitario o en el desarrollo de un ambiente de aprendizaje perfecto para los estudiantes, todo aquel involucrado en crear ideas no convencionales, también conocidas como «innovación», necesita de tiempo y espacio para explorar.
Esto se puede lograr con un 20 por ciento del tiempo en el aula, en un almuerzo optativo para los estudiantes o mediante la creación de un curso en innovación hecho a la medida . No es suficiente proporcionar a nuestros estudiantes tecnología y laboratorios de innovación de punta. Necesitamos darles tiempo para explorar, despertar su curiosidad y desarrollar el impulso para resolver los problemas que les interesan.
Lo Perfecto es enemigo de lo Bueno
En educación, evaluamos a los estudiantes sobre la calidad de sus trabajos. Si bien debemos alentar a nuestros alumnos a que siempre produzcan lo mejor, la tecnología y la mayoría de las industrias han utilizado un segundo enfoque durante décadas: las pruebas beta. ¿Alguna vez ha descargado la versión de software 1.x.x? ¿De qué se tratan esos .x? Son iteraciones, resultados de las pruebas. Las empresas innovadoras están dispuestas a producir un trabajo que podría no ser «perfecto» a corto plazo con la esperanza de perfeccionarlo y crear algo verdaderamente novedoso a largo plazo.
En nuestras aulas, esto se puede lograr mediante la participación en actividades que no se pueden resolver o completar en el primer intento. Más importante aún, estas experiencias de aprendizaje deben incorporar la reflexión y la aceptación del fracaso. Darle a los estudiantes tiempo para discutir, reflejarse, responder a las oportunidades y saber replantearse las cosas son habilidades importantes y útiles para la vida.
La colaboración es la clave de la innovación
Los días de la innovación individual han terminado. Nuestros estudiantes deben tener la oportunidad de identificar sus pasiones y habilidades para animarles a trabajar en ello. En las aulas de hoy, el aprendizaje colaborativo a menudo se confunde con su primo, el aprendizaje cooperativo. Un aprendizaje verdaderamente colaborativo no requiere que todos los estudiantes sean responsables de los objetivos del proyecto, se requiere más bien que cada uno contribuya con sus habilidades y capacidades únicas para mejorar el resultado del proyecto. Para lograr esto tenemos que replantearnos cómo vemos el proyecto y cómo esas habilidades pueden mejorar tanto el contenido curricular como las habilidades para realizarlo de una manera auténtica. Dos poderosas herramientas que utilizo en este proceso son el plan de desarrollo personal y el plan de acción. Los estudiantes que comienzan el año tomando en cuenta estas herramientas lo terminan con éxito y una mayor confianza.
En este mundo de cambios repentinos como el de hoy, es importante que proporcionemos a los niños y jóvenes oportunidades para crear, colaborar, probar, reflexionar y, sí, fallar. Estos conceptos se pueden introducir en pequeñas dosis e ir agregando actividades y experiencias a medida que avanza el año. Pensar que esto no nos robará tiempo sino que más bien le daremos un uso estratégico.
Cuando esto sucede, la confianza de los estudiantes, el aprendizaje autorregulado y el deseo de producir un trabajo significativo aumenta exponencialmente. Basta con ofrecer al alumno el tiempo y el espacio para explorar.
Publicación original a cargo de E School News:
How can we develop a more creative approach to problem-solving?
(Traducción libre al español)