Ahora que con la tecnología es posible hacer de cualquier dispositivo un medio de comunicación potente y que cada uno de nosotros, y nuestros hijos, no solo podemos observar sino replicar, comentar o incluso opinar sobre cualquier asunto ha logrado que de los grandes conflictos aparezca una guerra mediática paralela en donde todos participamos. Por ello es bueno hablar con nuestros hijos sobre lo que sucede para que sepan enfrentar de la mejor manera posible todo lo que escuchan y ven. A continuación mencionamos tres cuestiones a considerar:
Hay que escucharlos
Antes que nada debemos entender lo que nuestros hijos realmente piensan y sienten de la situación, lo que han escuchado, lo que han hablado y compartido con los amigos, lo que han leído y visto en las redes sociales. Es importante escuchar de forma activa antes de hablar pues así evitamos proyectar nuestros miedos, o experiencias pasadas negativas, dudas, frustraciones, preocupaciones o la misma ignorancia hacia ciertos temas.
Entenderlo nosotros mismos
Debemos estar seguros de que podemos explicar la situación, con un corazón amoroso, a nosotros mismos antes de explicarlo a nuestros hijos. Esto quiere decir que ante cualquier duda o pregunta que nos hagan sobre el tema seamos sensibles y no queramos solo salir del paso con alguna opinión al viento similar a las que encuentran en las plataformas que usan. Al comprender esto, seremos capaces de comunicarlo bien según la edad y sensibilidad de cada uno de nuestros hijos.
Anticiparnos
Es bueno platicar con familiares y amigos que compartan los mismos principios y valores que nosotros sobre el conflicto y lo que los medios de comunicación presentan sobre este para anticiparnos a las dudas de nuestros hijos, prepararnos para ser asertivos y que encuentren en nosotros una fuente confiable que les ayude a fortalecer su propio criterio ante el cúmulo de información al que muchas veces se encuentran expuestos.
Las anteriores solo son unas cuantas sugerencias en donde lo importante es la voluntad de actuar, en conciencia, de la mejor manera posible ante lo que se nos informa sobre los hechos que suceden en el mundo, recordemos que no hay generación como la actual que haya estado expuesta a los niveles y cantidad de información presente, lo que nos convierte en filtros necesarios para su salud emocional.
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