La educación privada en México ha padecido durante los últimos 15 años algunas condiciones caóticas, provocadas básicamente por las expectativas o exigencias de los padres.
La necesidad de matrícula ha obligado a los titulares de los colegios a asumir una actitud de condicionamiento que acaba convirtiéndose en contradicciones internas del ideario pedagógico, bloqueo de la sana práctica docente o falta de libertad para decisiones razonables.
Debemos partir del principio de que los padres no son profesionales de la educación y que algunas de sus exigencias vienen de aguas familiares turbias y, a veces, conflictivas (ego exacerbado, continuismo en los hijos, insatisfacción existencial). Bajo el sofisma de que “el cliente tiene la razón”, las escuelas pueden perder la brújula educativa al pretender sintonizar exigencias contradictorias de los destinatarios de su servicio.
Comentaré 3 de los principales errores en que están incurriendo las escuelas privadas de México por esta dependencia de los criterios paternos:
1. Iniciación prematura de la lectura, escritura y razonamiento matemático. Los países con mejores resultados en las pruebas internacionales de comprensión lectora (PISA, PIRLS) inician estos procesos en 1º de primaria -7 años de edad. Los modernos descubrimientos de la neurología confirman la oportunidad de inicio de estos aprendizajes. Los padres comparan los aprendizajes logrados por sus hijos con los de otros niños y consideran que, si ha leído antes, la escuela es mejor. Por otra parte el aprendizaje de la lectura mecánica requiere de habilidades diferentes al de la comprensión lectora e involucra a otros centros neurológicos. El aprendizaje de contenidos abstractos requiere un respeto de la agenda de la naturaleza: programas neuro-ergonómicos.
2. Falta de respeto a la profesión docente. La gestión del aula –conductas, socialización, aprendizaje cooperativo- implica conocimientos, talento y experiencia. Si la crianza de uno o dos hijos representa para la mayoría de los padres verdaderos quebraderos de cabeza, tenemos que imaginar lo que significa armonizar 25 estilos y ritmos de aprendizaje, antecedentes conductuales y dinámicas sociales. Ser maestro es una profesión de alto riesgo emocional, como lo atestiguan las estadísticas de varios países europeos. Si la familia no respeta las intervenciones profesionales de la escuela, el principal damnificado será el niño. El menor de los problemas será la confusión infantil sobre criterios de acción. Sin autoridad moral congruente y consistente, el alumno termina en el caos moral.
3. La euforia informática. Las “TIC’s” (Tecnologías de la Información y la Comunicación) son indispensables en la educación y la escuela debe adquirir experiencia en su inclusión gradual y oportuna. Los padres consideran que la innovación educativa radica en la mera inclusión masiva de dispositivos electrónicos y exigen a las escuelas una “actualización” en este sentido. Esta es la última de las exigencias familiares a las escuelas y en la que me detendré un poco más. Las personas no expertas en educación pretenden asignarle a una Tablet la función de “varita mágica” del aprendizaje. Es la reacción lógica de un aficionado. Nada más lejos de la realidad. La tecnología es un poderoso instrumento, un medio, pero como tal es incapaz de solucionar nada por sí mismo, y menos si no sabemos manejarlo adecuadamente. Muchas empresas editoriales se han apresurado a saciar esa búsqueda de novedades informáticas que están dando más problemas que soluciones. Los niños se están haciendo adictos al mundo de la imagen, pero el razonamiento verbal no sigue los mismos patrones que el procesamiento visual: “una imagen dice más que mil palabras”, pero el desarrollo intelectual está más ligado a la palabra que a la imagen. La captación de la imagen es casi instantánea, la palabra requiere tiempo y reflexión.
El marketing no sigue siempre la visión de la pedagogía, de la neuro-ergonomía y de la educación en general.
Expongo las siguiente razones para discernir la adecuada aplicación de la informática a la educación.
a. En mi obra “Mindware. Neuropsicología aplicada a la educación” (pag. 169) he advertido de los riesgos del exceso de información visual en la mente. Las investigaciones de Nicolas Carr ( “The Shallows: What the Internet is Doing to our Brains”) son extensas y conclusivas a este respecto.
Durante la etapa de preescolar y primaria los programas informatizados formatean a la mente y la llevan a pensar en bloques cortos, desgajados, frecuentemente solapados. Internet y los medios de aprendizaje informatizados aportan información inmediata, puntual, rápida. El pensamiento sigue procesos de reflexión, más complejos y requiere mayor tiempo. Es indispensable primero educar la mente y después ésta será capaz de gestionar adecuadamente cualquier herramienta. Los adultos necesitamos conocer mejor qué funciona de la tecnología, para qué es útil, cómo, cuándo, con quien, por cuánto, cuáles son los obstáculos y los facilitadores para el proceso de integración de la tecnología como instrumento pedagógico en la educación. La tecnología nos ha seducido rápidamente pero si la escuela no la domestica primero, la supuesta solución se convertirá en el problema mayor. Conozco países y sistemas educativos, incluso en México, que impulsivamente adoptaron programas informáticos “muy atractivos para los niños” y que ahora están corrigiendo la falta de análisis.
b. La exposición prematura a la informática en la escuela está provocando serios problemas de atención porque el cambio de estímulos es constante, a veces vertiginoso, mientras que el aprendizaje requiere de atención sostenida
En una época de infoxicación (exceso de información) es indispensable primero desarrollar habilidades de análisis y juicio crítico para seleccionar, aplicar y transferir información. La obtención de datos en formatos computacionales es rápida y puntual. Los ejercicios que proponen los sistemas escolares basados en este formato presentan opciones múltiples y evalúan la respuesta puntual a un problema. En la vida real no existe tal paradigma y, en ocasiones, primero tenemos que definir cuál es el problema. El aprendizaje actual está más basado en la metacognición (los métodos o caminos para llegar a una solución) y las diferentes opciones que se genera para interpretar un reto.
c. Los países con mejor rendimiento en el aprendizaje nos enseñan el camino correcto: los maestros hacen la diferencia.
Los programas editoriales para escuelas centrados en la informática dan por hecho que el aprendizaje es igual a proporcionar información. El aprendizaje es un proceso que requiere de mediación humana; es por esta razón que la formación profesional de los maestros es más importante que el acceso masivo a la información.
En la metodología ASC incluimos plataformas de información para secundaria, pero la base no es informática, es personal: nuestro foco de atención es el maestro. La OCDE, una de las organizaciones internacionales con mayor determinación educativa en el mundo ha presentado el siguiente estudio comparativo entre comprensión lectora y uso de medios digitales.
Este extenso estudio de la OCDE termina comprobando a nivel mundial cuál es el lugar y el tiempo de la computación en el aprendizaje.
La informática nos ha aportado enormes beneficios de acceso a la información y el paradigma basado en internet ha revolucionado la forma de aprender. No es la herramienta la clave, sino el proceso. En el caso de los niños, el proceso de aprendizaje es más una relación que una técnica.
Los profesionales en educación son quienes tienen que definir las mejores intervenciones, no los usuarios de un servicio. Este axioma, respetado en casi todas las profesiones, es negado sistemáticamente en el mundo educativo. En esta época de incertidumbre creciente, más que nunca es necesario que la escuela asuma su función orientadora: lo que el cliente quiere, no siempre es lo que requiere.
Isauro Blanco